jueves, abril 06, 2006

Así

Así es como quiero estar siempre. A tu lado y abrazado a ti, sintiendo como respiras, como tu pecho se mueve levemente contra el mío siguiendo el ritmo calmado de tu corazón.

Así es como siempre quiero estar, a tu lado, echados en la cama sin nada que decir o hacer, viendo televisión en calma, riéndonos de lo que vemos, comentando sobre la película, haciendo conversación tonta y ligera, pero siempre a tu lado, sintiéndote cerca, sintiendo como la piel de mi brazo quema cuando me rozas lentamente con tus dedos.

Así es como quiero estar, escuchando tu leve ronquido porque te has dormido de cansada, porque has tenido un día muy duro. Y jugar con tu pelo mientras duermes, con el perfume de tu shampoo llenándome el olfato, con ese dulce olor a mango.

Así es como quiero estar contigo, viendo tus ojos cuando te despiertas, sonriéndome coquetamente como sabes hacerlo, con esa mirada entre traviesa, malcriada, dominante y sumisa. Entre niña y mujer. Y que tu mano acaricie mi cara, subiendo hacia mi cabello, despeinándome como solo a ti te gusta. Y entonces me besas y siento la ternura de tus labios y la humedad de tu lengua mientras invade mi boca. Siempre me besas con los ojos cerrados y me encanta ver esa expresión de ensoñación que pones.

Tanta ternura y afecto se pierde por un momento mientras luchamos por desnudar al otro. Tus manos me sacan la camisa arrancándome casi los botones, mientras me peleo por comprender (tal vez un día) como funciona el broche de tu brassiere. Te ríes con ternura mientras me enseñas como es. Creo que nunca lo entenderé y al ver mi cara de desasosiego me besas en la nariz y me sonríes y todo vuelve a estar bien. Con lentitud te quitas tu sostén y me muestras tu pecho. Tampoco entenderé porque te sonrojas cuando te veo así, pero me dices que mi mirada te arrocha y que a la vez te pone feliz.

Te beso una vez más, sintiendo esta vez tu pecho desnudo contra el mío, sintiendo como mis besos te afectan. Bajo hacia tu cuello besándolo lentamente y cuando voy a morderte, no me dejas. Luchamos, yo por morderte y tú porque no lo haga y terminamos riéndonos y besándonos. Pero dejas de reírte cuando mis manos tocan tus senos, y tu respiración se entrecorta mientras me sonríes de esa manera que me vuelve loco.

Así me gusta verte, cuando yaces en nuestra cama, con tu cabello suelto, con una mano sobre tu pecho y la otra despeinándome. Y cuando sostienes el aliento cuando te quito tus bragas, siempre sin dejar de mirarme, poniéndote coqueta cuando te veo totalmente desnuda, siento que el pecho me va a explotar, ya que mi corazón aumenta su ritmo ante la perspectiva de poseerte una vez más.

Los gemidos que das, esos pequeños sollozos de placer que das cuando mi rostro se pierde entre tus piernas no hacen sino desear nunca separarme de ti. Me intoxica tu voz mientras juego contigo, mientras tus muslos me aprietan, mientras un pie tuyo me frota la espalda. Y cuando explotas con un grito de placer mi alma se llena de ti.

Tus ojos castaños nunca dejan de mirarme mientras me tomas entre tus labios. Me vuelves loco, pierdo el habla y la razón mientras juegas conmigo. Me muerdes jugando y esa sensación extraña asusta y excita a la vez. No soy de gemir o sollozar, pero tú me vuelves un ser balbuceante cuando me tomas así.

Y así vuelves a yacer en la cama, mientras me atraes hacia ti, mientras nuestros cuerpos se acomodan hasta que al final te hago mía una vez más. Nadie me ha hecho sentir como tú jamás, y pienso que aquello que a veces, solo a veces, encuentras a tu mitad perfecta, es cierto. Nuestra cadencia es lenta, casi dolorosa, porque nos gusta sentir cada parte de nuestros cuerpos contra el otro. Me susurras, me dices cosas que harían sonrojar a una puta, pero que te excitan como loca y me pides que te las diga también. Y cuando esas palabras dejan mis labios te vuelves una fiera, una bestia primal y aceleras nuestro juego. Me abrazas con fuerza y tus uñas rompen la piel de mi espalda y mis brazos. Ese pequeño rayo de dolor que cruza mi cabeza, mezclado con tus gemidos, y tus besos desesperados me llevan al límite. No puedo más. Pero tú todavía quieres más y no puedo negártelo, seria egoísta. Tu grito de placer es música para mi, y siento una pequeña gota húmeda recorrer mi espalda, casi seguro estoy que es una gota de sangre. Pero es un precio justo por verte gozar y permitirme el placer de tocarte.

Así me gusta estar. Yaciendo a tu lado, sintiendo tu olor a castaña y pecanas, sintiendo el calor de tu cuerpo recostado contra el mío. Nos besamos en silencio, sabiendo que nos queremos el uno al otro. Te rodeo entre mis brazos y siento el gran milagro de tenerte y que estés aquí, conmigo.

~ con agradecimiento a L.B. y D.S.~

13 comments:

Tortuga Maldita dijo...

WOW..

Anónimo dijo...

Interesante la historia, pero esperé algún giro imprevisto como otras que están en tu blog.

Te hago una acotación, en algún momento escribes "me dices cosas que harían sonrojar a una monja (...)"; sin embargo, me imagino que quisiste decir a una "puta", por que la figura literaria que pretendes usar se ve disminuída; me parece que la idea es que son tan fuertes las palabras que te susurra hasta una puta se sonrojaría; ya que por sentido contrario una monja se sonrojaría de cualquier cosa.

Espero que sea un aporte el comentario.

Saludos

Keeper dijo...

Estimado Peregrino, agradezco tu comentario. He de agregar que tienes razón. Y aunque conozco monjas que harían sonrojar a una dama de la noche, por sus actitudes, rudeza y palabras (lo cual no quiere decir que dejen de cumplir su obra de caridad cristiana), en el relato queda mejor con el cambio propuesto. Muchas gracias.

Esta historia no tiene un giro imprevisto porque me fue narrada así por un querido amigo.

Lady Bathsheba dijo...

familiar la historia..ya era hora que posteara algo nuevo :)

Samantha dijo...

eso de arañazos y olores me excita tanto... tendré que llamar a uno de mis ex.
me ha gustado tu post....eres él o ella? :S

Unknown dijo...

Keeper: Wow, que bien escribes! Que bueno encontrar alguien que ve el erotismo de una forma más que mero porno...te invito a que vistes mi blog, es de ese estilo...te espero alla...http://eroticosueno.blogspot.com/

novivo dijo...

¡que buen texto! excitante y a la vez tierno. ¡muy bueno!

saludos

Tortuga Maldita dijo...

Una belleza señor Keeper.
Genial relato. No vivo tiene razon, excitante, pero mas que todo es sumamente dulce.

Laura Martillo dijo...

Con el equilibrio exacto de erotismo, muy difícil para los bloggeros habituales.
Mas que sexo, el relato es hasta cierto punto dulce y te una intensidad que conmueve.
Un saludo.

Carla dijo...

muy buen relato,sentimientos, sensaciones, emociones y pensamientos tiene la dosis exacta de erotismo y ternura que conmueve en un bello relato...
te leere desde ahora
Saludos

tierragramas dijo...

increíble. Por un lado tan poético y por el otro tan cotidiano.

Muy buen relato.

Saludos!

Edmundo Dantés dijo...

Genial la historia, excelente el modo de narrarla. Es la primera vez por aquí y he quedado vivamente impresionado, he de volver constantemente a seguirte leyendo. Felicidades por escribir asi!

Anónimo dijo...

Muy buena historia, es algo que me sucede con mi esposa, el solo sentir de su cuerpo, el palpitar de su pecho, hacen que me vuelva loco, y tu lo acabas de plasmar de una manera muy buena.